jueves, 15 de septiembre de 2011

Exposición de fotografía en la Universidad de Murcia

Hoy, jueves, a las 20:30 horas, se inaugura en la sala ESUM (Espacio para el Arte de la Universidad de Murcia), una exposición de fotografía (montada por Juan Madrid) que agrupa las obras premiadas y seleccionadas en la XI edición del Premio de Fotografía del Área de Artes Plásticas de la Universidad de Murcia, patrocinado por la Fundación Fuentes Vicente.

He recibido la invitación y un precioso catálogo cuyo montaje ha corrido a cargo de Francisco Caballero que me servirá de consuelo; pues, aunque la exposición se mantendrá en el edificio Paraninfo del Campus de la Merced hasta el día treinta, me va a resultar imposible asistir.

Me habría gustado ver expuesta mi fotografía “Adonde me llevas”: es la primera vez que se exhibe en una sala una obra mía y me enorgullece que eso ocurra bajo los auspicios del Área de Artes plásticas de una Universidad. Pero, sobre todo, me habría gustado contemplar las obras que rodean a la mía, de artistas como la ganadora de esta edición del Premio Victoria Miñana Ropero; de los concursantes que han obtenido menciones de honor Elisa Arnaldos Giner, Iván Franco Fraga, Sabela Iglesias Reviejo, Víctor Vilamajó Gasia y de otros que, como yo, han resultado seleccionados.


Adonde me llevas”. Foto: Carmen Montalbán

Espero que ustedes sí tengan ocasión de asistir y que puedan enriquecerse mirando desde otras miradas. Como dice Mercedes Farias Batlle Vicerrectora de Extensión Universitaria y Administración Electrónica, este es un buen momento para detenerse a contemplar lo que a diario resulta imperceptible… Percíbanlo en Murcia por mí, se lo ruego: disfruten de la exposición.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Versos en son de risa

Cuando busco claridad, pero ando desalentada (nublado el entendimiento con asuntos desgraciados), acudo al poeta de guardia.

Tengo que hablar con él de muchas cosas (Es importante hacerlo: ¡hay tanto que sufrir!); pero el poeta que digo me viene hoy con un libro (pájaro de cien alas) que, de pronto alocado, se cuela en mi salón dando alegres plumazos contra la pesadumbre que me tenía empañadas las ventanas.

“Tu ventana”, Carmen Montalbán

Mi conciencia sonríe, pero regruñe. ¡Pues vamos apañados! Esta poesía ─animosa, indomable─ es como una paloma equivocada que, de pura alegría (tras haber picoteado en más de un asador, reventando morcillas), viene a cagarse sobre el más pintado… ¡Aunque sea un poderoso caballero!

En fin, que nuestro poeta viene a cazar (con red de mariposa y una infinidad de encontronazos, brincos y resbalones) los aleteos de un poema convertido en sátira. Aquí, concretamente, ha caído como un tonto llovido del cielo y me ha dicho, acertado en cada desacierto: “Olvida ya conciencia y pesadumbre. Nos toca hablar de HUMOR. Ya puedes ir llamando a tu último optimismo… ¡Y deja para luego la tarea de sentar la cabeza, por favor!”.

Una de dos”, me digo. “O este tipo me suelta los cánticos hermosos, aunque fieros, con que suele mofarse de sí mismo (y que se ría la gente) o se lía a puntapiés con el cerebro, en encuentros apenas deportivos. Así, bajo el arbitrio de sus versos, todos los oponentes acabarán, igualmente, burlados. Los felices y los  infelices, tan cristianos como moros, empatados cero, cero”. Porque, en sus contrastes, y en sus greguerías ─no se engañe nadie─, son motivos de son; especialmente, aquellos que se precian de ser serios.

Para liberarnos de la mala sangre, el poeta de guardia es muy capaz de usar como pelota al sol; un sol, hay que decirlo, que ─si él así lo dispone─ pasará a media noche. Nuestro payaso poeta (que anda besando siempre a quien mejor sonría) hace que metamos un gol de cabeza, mandando a la luna nuestro mal humor. Para  siempre jamás. ¡Tenga usted buen viaje!

─ ¿Ya estás preparada para que te cuente las dulces patrañas del rey que rabió?

Hablando de rabia, ya no rabio yo. Lo que veía turbio parece más claro. Porque este poeta (alquimista de humor o boticario) me ha dejado sus ojos en un plato ─perdón, en un poema─ y se ha ido a tientas.


*He empleado para este recorte versos de poetas citados al final de mi entrada “Que tenemos que hablar de muchas cosas