martes, 28 de abril de 2009

EL OBITUARIO DE JAVIER ORTIZ

Mi amigo Javier Ortiz nos ha dejado. Aseguró que moriría escribiendo, y así lo ha hecho. Había instalado su oficina en la habitación del hospital. Como un destello póstumo de su humor negro, ha dejado escrito su propio obituario. Lo tenía redactado desde enero de 2007, desde el día de su cumpleaños, porque no quería que, cuando falleciera ─esta madrugada─, “un gacetillero inútil arruinara su muerte con una necrológica burocrática y de circunstancias”. Lo triste es que me he reído con Javier muchas veces de esta humorada y de otras parecidas y, en cambio, ahora lloro a moco tendido (Javier habría hecho un chiste de esta frase) cada vez que pienso, todavía sin creérmelo del todo, que ya no está aquí para que sigamos riéndonos. Tan trabajador como es… como fue ─aún no me acostumbro a hablar en pasado─ y tan defensor siempre de la lealtad para con los amigos, tendría que haber dejado escrita la elegía para que lamentemos su marcha quienes le queremos… Nosotros ponemos el dolor y las lágrimas.

En el último párrafo de su necrológica dice ─dijo─ que deja un puesto de trabajo disponible, pero deja muchas cosas más; en lo que a mí y a los míos se refiere, todas buenas. Y, en fin, como resulta que aún no he tenido tiempo de hacer el inventario de vacíos, y que tampoco iba a colgarlo aquí ─no fuera él a tacharme de gacetillera─ voy a desconectarme del ordenador y a quedarme sola con su ausencia.

Sin Javier, somos una multitud de amigos solos.

1 comentario:

Marieta dijo...

Carmen,
He dejado este comentario en la web de Javier, pero pensándolo bien es aquí donde debe ir.

Cuando se nos pase esta tristeza tan enorme, volveremos a jugar al Diccionario y a reirnos como la vez que os conocí en Aigües (me acuerdo también de la mantis religiosa) y aunque posiblemente caerán unas cuantas lágrimas la primera vez que vayamos por allí y no esté Javier, ya no estaremos tan rotas como ahora.
Pasaremos este duelo, costará más que otros, pero ese SEGUIMOS que encabeza hoy la página de JOR tiene que llenarse de sentido positivo.
Un abrazo muy fuerte de otra que también está con ese vacío tan cabrón...
Dales mil besos de mi parte a todos los amigos de ese grupo tan unido: Guti, Mari Carmen y su hija, Eduardo y los gemelos