lunes, 15 de diciembre de 2008

“Ecuador. Cuaderno de viaje”, Gusti

“Ecuador. Cuaderno de viaje” es un facsímil del cuaderno de viaje que Gustavo A. Rosemffet, ‘Gusti’ ─Buenos Aires, 1963─, llevó a una expedición a la Amazonia ecuatoriana en 2006. Gusti acompañaba a un grupo de científicos dirigidos por la bióloga española Ruth Muñiz López. El objetivo era instalar un transmisor a una cría de águila harpía ─‘churuwually’ en lengua zápara─, para estudiar el comportamiento de estas aves. La experiencia también quedó recogida en un documental.

FAKTORÍA K ha reproducido el cuaderno con el mismo formato, papel y encuadernación que el original.

Gusti es técnico en diseño y promoción publicitaria por la escuela de arte “Fernando Fader”. Ha trabajado en animación para televisión y en la ilustración de cómic y álbumes infantiles. Actualmente vive en Barcelona, donde se dedica a exponer su obra y a la ilustración de libros y carteles. Ha recibido, entre otros, el Premio Apel·les Mestres y el Premio Manzana de Oro de Bratislava (1989), el Premio Nacional de Ilustración (1990), el Premio Lazarillo (1991), el Diploma de Honor en el Premio Iberoamericano de Ilustración (1994), el Premio Serra d’Or y el Premio Junceda (2007).

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GUSTI, EL ÁGUILA HARPÍA Y OTROS AMIGOS DE LA AMAZONIA
“Ecuador. Cuaderno de viaje” es a la vez un libro y un cuaderno. Un libro con una encuadernación especial. La edición ha conseguido mantener en él la huella del autor. El texto es un reflejo de la tinta de Gusti, de su letra; las ilustraciones, un trabajo de sus lápices y acuarelas. En cuanto lo abro y veo los borrones, las esquinas dobladas, los descosidos… comprendo que, en efecto, acaba de regresar de un largo viaje.
Soy una apasionada de los cuadernos; especialmente, de los que nos acompañan cuando vamos a sitios especiales. Éste se me presenta tan real que, al primer vistazo, siento que soy yo misma, sobre la marcha, quien se embarca en la aventura, dispuesta a llenar páginas en blanco. Voy a plasmar en ellas mi encuentro con la cultura de Ecuador y sus lenguas indígenas. Voy a anotar anécdotas y a apuntar direcciones, proyectos, itinerarios… Ya lo estoy deseando.
Así que allá que voy, rumbo a la Amazonia.
Me dirijo a la reserva de Cuyabeno, en las provincias de Sucumbíos y Orellana. En este cuaderno, tomo notas sobre el vocabulario ─las toma Gusti─. Voy a necesitarlas para entenderme con las tribus de los sionas, secoyas, cofanes, shuar y quichuas. Voy a necesitarlas para hablar con los niños de la comunidad Pacuya Chivo, con las familias, con el chamán… mientras los dibujo en actitudes cotidianas… Los dibuja Gusti con bellas acuarelas. ¡Dios nos libre de dibujarlos yo!
Así pues, preparo mi mosquitera, engraso los engranajes que me unen a la naturaleza, y me dispongo a cruzar el río en canoa. Ya estoy oyendo los sonidos de la selva.

Voy a buscar el nido de un águila. El águila harpía. Cuando lo haya encontrado, hay que preguntarle al chamán cómo pedir permiso para coger el pollo y ponerle un transmisor. Hay que trepar al árbol y construir una torre de observación de 30 metros. Desde esa altura, contemplaré los esfuerzos del pollo por salir adelante. Contemplaré a una de las águilas más poderosas del mundo, la dueña de los monos. Si ella desaparece, desaparece todo lo demás; monos incluidos.
Mientras dure esta misión, viviré en un ranchito, siempre en contacto con la gente; entre cachorros de tigre y gallinas que corren la fórmula 1 cuando les abren, por la mañana, las puertas del gallinero.
Me esperan largas caminatas entre árboles centenarios, con el barro hasta las rodillas; ríos de aguas negras; lluvias torrenciales; hormigas en procesión; tigres; panteras… Soy presa fácil de las fieras; lo sé… Y de los insectos. Los tábanos harán su agosto con la blanquita de la ciudad. Y lo peor puede ser la 24 pasos. La culebra. Si me muerde, doy 24 pasos y la palmo. También me esperan lugares maravillosos; buena gente; tabaquitos sagrados; días de felicidad…
Por cierto, la última página del cuaderno dice a quién pertenece y a quién hay que devolvérselo si alguien lo encuentra… pero, lo siento, Gusti… éste que yo he leído ya es un libro, y un libro pertenece a quien lo lee. O sea, que ya es mío. Si, por casualidad, lo pierdo, por favor, contactar conmigo en este blog o a través de mi página Web:
http://www.carmenmontalban.net/.
Chigaiko. Adiós.

2 comentarios:

gusti dijo...

que bonito viaje para compartir Carmen, y si te contara de las arenillas que solo habitan en las playas y solo pican a la gente bue un saludo viajero cariños Gusti

Carmen Montalbán dijo...

Es bonito que, moviéndonos o no, podamos viajar a través de los libros.
Un abrazo, Gusti. Te deseo buenos libros y buenos viajes.