martes, 4 de enero de 2011

Carta a los Reyes Malos

Queridos Reyes Malos:

Ya que nunca se os manchan las manos (os las laváis bien), os escribo esta carta (ilustrada con el Post de Luis Gil “Cómo producir barato en la economía global”) con el deseo de que, por lo menos, se os tizne la conciencia por echarles carbón a los niños y amarguras a todo el género humano.

Esto es lo que les pido yo a los Reyes Magos (a los buenos): no que os echen carbón a vosotros, sino que os quiten de las manos el que acaparáis, y el gas natural, y el petróleo, y el dinero, y los regalos, y el respeto de la gente a la que esclavizáis, y el apoyo de todos los dignatarios indignos que se retratan apretándoos con codicia vuestras codiciosas manos… En fin, les pido que no os echen personas, para que sigáis jugando con ellas, sino alguna otra cosa que sí tenga repuesto.

Como dice Serrat, entre vosotros y yo hay algo personal; así pues, como yo no sé cantarlo, y sólo por aclarar un poco las cosas, les pediré a los Reyes Buenos (si hay alguno) que intenten distinguirse de los Reyes de vuestra ralea; es decir, de los que esclavizáis a los niños, os enriquecéis a costa de unos pueblos que no os han elegido libremente (aunque, a veces, por obra y gracia de ciertos estados, más o menos unidos, lo parezca), matáis de hambre a vuestra gente (que resulta que nos es vuestra) y, mintiendo con una pasmosa naturalidad, les robáis a los hombres y a las mujeres el pan, la sal y el humano derecho de seguir siendo humanos.

Que no se moleste nadie, pero les pediré a los Reyes Magos que hagan magia, a ver si os echan de comer aparte; logran que os deis cuenta de que aquí no hay Dios que os necesite, y consiguen que este mundo que vosotros creéis que es vuestro se os escape entre los dedos, como arena… y os destierre. Sois tantos y tan ricos que, dondequiera que sea que os vayáis a cagar, os lo pasaréis de miedo viendo a ver quién la tiene más grande.

[“Cómo producir barato en la economía global”, Luis Gil]

Y, ahora, os dejo para escribir mi carta. Mientras tanto, vuestros pajes os podrán ir leyendo esta otra carta abierta, en la que el escritor Fernando Gamboa (Barcelona, 1970) habla del dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. Os gustará: al parecer, es uno de los vuestros.

5 comentarios:

Cath dijo...

Si, nos falta la magia buena.

BEATRIZ dijo...

¿y si la carta la firmamos colectivamente? Yo me apunto

Manoli dijo...

La magia buena la tenemos....solo que la usamos individualmente, tenemos que "Armarnos" todos unidos para no dejar respirar a los Reyes malos.

parkerazul dijo...

Pues yo no me lo había planteado así. Creí que los Reyes eran los padres, y como ya no tengo, pues no los esperaba.
Pero claro estaban camuflados los joíos, y es que son Reyes malos. Ahora entiendo todo.

Venga yo también firmo.

Carmen Montalbán dijo...

Gracias a quienes firmáis conmigo esta carta y a quienes pedís los mismos deseos que yo: que los poderosos respeten la infancia, que dejen vivir a la gente, y que miren más y mejor a los pueblos. Buen año a todos... y a todas. Espero que los Reyes os traigan suficiente carbón para vuestras cocinas y chimeneas. Abrazos.