miércoles, 13 de julio de 2016

DISCURSO para reflex… sentir



(Discurso de Mateo Lorente director del Conservatorio Profesional de Música de Móstoles Rodolfo Halffter durante el Concierto de Navidad en el Teatro del Bosque, el 19 de diciembre de 2015)


Buenas noches, Sr. Alcalde, Concejala de Educación y demás miembros de la Corporación Municipal. Señoras y señores: bienvenidos a este Concierto de Navidad.
Hoy nos encontramos con la paradoja de una jornada de reflexión que, oficialmente, ocurre solo cada 4 años (como si la reflexión solo fuera necesaria tan espaciada en el tiempo). ¡Qué grande sería tener 3 años y 364 días de reflexión y el día que sobra para todo lo demás!
El concierto de hoy es doblemente necesario: por una parte, porque es la exposición de un trabajo realizado por un equipo docente cohesionado y con un mismo objetivo (que no es otro que el que nuestros alumnos crezcan y se desarrollen de la mejor manera posible); y, por otra parte, porque estamos contribuyendo a que la vida de algunas personas sea un poco más fácil.

Quisiéramos que los aplausos de hoy estuviesen dirigidos a todos esos individuos anónimos  que, desde que se levantan, luchan para que otras personas puedan integrarse en la sociedad y lleven una vida lo más digna posible dentro de este caos que es organizar al ser humano.
Quizás nuestra sociedad esté volcada en su admiración por el artisteo; por lo banal y lo efímero; por el que vende imagen (por el que nos vende algo, en definitiva)…, cuando nuestra admiración y respeto deberían estar proyectados a todas esas personas anónimas que, sin desfallecer, se levantan un día y otro día y otro día hasta el final de su vida con el propósito de enmendar la creación y lo que a primera vista es incomprensible, como es entender a una persona diferente.
Una de nuestras asociaciones beneficiadas tiene el nombre de “Accede a respiro” porque los que se dedican a estas labores hacen que las familias puedan respirar, siendo el respirar lo más elemental en el ser humano. Sin respiración, no hay vida posible. Y ellos, con su labor, dan vida e iluminan la tremenda oscuridad del anuncio de la diferencia.
Por eso, cuando en nuestra pequeñez de miras nos quejamos, olvidamos lo privilegiados que somos por poder ser autónomos; por poder, a pesar de las dificultades, intentar dibujar un camino y un destino… Otros nunca podrán. ¡Nos sobran tantas palabras y nos faltan tantas acciones!
Cuando llegan periodos como la Navidad, parece que nos volvamos fraternales, pero nuestra frágil memoria enseguida vuelve a su rutina del tenaz olvido.
Queremos que en este proceso educativo hacer que aflore el ser solidario no sea una pose centrada solo en un punto del calendario. La solidaridad, la ética, la fraternidad no son patrimonio de nadie ni de ningún periodo del calendario y sí del ser humano. Convencidos estamos de que todos estos valores anidan en todos los seres humanos. Lo que nos diferencia a unos de otros es cómo hemos sabido desarrollarlos y ponerlos en práctica... Pensamos que la música ayuda a extirparlos del ego y traerlos a la superficie, por muy escondidos o atrofiados que se encuentren.
Alcanzar la sabiduría es conseguir la capacidad de percibir la unidad donde otros ven división; porque, fuera de la unidad, lo único que nos diferencia es el grado de ignorancia. Cuanto más ignorantes seamos, más lejos estaremos de esa unidad que nos permite el conocimiento de lo real, de lo que permanece inmutable a través del tiempo y del espacio. Combatir la ignorancia debe ser o debería ser un propósito sin fisuras.
La música adorna el camino del conocimiento; no lo decimos nosotros: está probado a lo largo de siglos, a pesar de que algunos se empeñen en retorcer dicha evidencia.
Cuando al final baje el telón, saldremos todos con un estado vital más saludable; nos sentiremos mejor por la música y por habernos sabido útiles. Los que trabajáis en las asociaciones volveréis a vuestras rutinas; con una bocanada de aire para poder respirar, para que los demás puedan respirar; con un poco más de aliento. 
¡Ojalá pudiéramos dar más! Es tan fácil lo que hacemos, que os agradecemos la oportunidad que nos dais de ayudar. Ayudándoos, nos ayudamos a nosotros. Las celebraciones terminarán y ojalá estos actos no fueran necesarios porque en la sociedad fuéramos capaces de dar respuesta a todos los que no han tenido el mismo destino, también llamado por algunos “suerte”.
Quedan menos de 4 horas de reflexión y no quiero robaros ni un minuto de ella (que, si no, hasta dentro de otros 4 años no gozaremos de tal privilegio). Exigimos responsabilidad a todos los que nos rodean, pero ¡qué poco nos paramos a pensar en la nuestra individual! Seguro que, si en vez de lanzar soflamas intentando cambiar el mundo, lo cambiáramos en lo que de nosotros depende; si en vez de exigir responsabilidades a los demás, nos las exigiéramos a nosotros mismos, el mundo no cabe duda  sería diferente. Pero esto de la coherencia requiere mucha reflexión, y no sé si tendremos tiempo en las 4 horas que nos quedan…
Todos los que hacéis que el mundo sea un lugar un poco más habitable (sin estridencias, sin alharacas, sin querer aparentar ser los mejores, sin buscar nada a cambio, sólo el bienestar ajeno) hacéis que todo  esto tenga sentido y sois el ejemplo que hay seguir. Los demás tenemos mucho que aprender de vuestra lucha sorda, de vuestra paciencia infinita, de vuestra mirada limpia y cómplice en y con el dolor ajeno. No manejamos el tiempo como vosotros, que sois capaces de emplearlo sin límite y sin condiciones en los demás. Eso sí es “servir a los demás” (frase repetida con frecuencia estos días, no recuerdo dónde). Nosotros no paramos de repetir “No tengo tiempo, no tengo tiempo”, como si hiciéramos cosas importantes; pero, en el susurrar de ese respiro que es la vida, el oxígeno lo habéis puesto vosotros, y nosotros no nos hemos dado cuenta.
Gracias, gracias eternas por vuestra ternura… Disfrutemos de este momento. Tomemos y busquemos la felicidad como un propósito vital sin principio ni fin y,  entonces, la Navidad y el resto del tiempo como una caricia en la eternidad cobrarán sentido. 
Buenas noches.
Más fotos de aquel concierto:















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