domingo, 30 de mayo de 2010

Firmas Feria del Libro de Madrid 2010: Carmen Montalbán, “Estás en la luna”



Para todos mis lectores y lectoras:

Aprovechando que ya ha salido su segunda
edición, y que el Banco del Libro de Venezuela lo ha incluido entre los “Mejores Libros para Niños y Jóvenes 2010”, con la mención “LIBRO ENTRAÑABLE DEL AÑO, firmaré ejemplares de “Estás en la luna” en la Feria del Libro de Madrid.

Estaré el sábado 5 de junio al mediodía (de 12 a 14 h.) en la caseta 314, de
Kalandraka, con las cartas abiertas de mi casa aventurera, mi bolígrafo blanco y mi deseo de encontraros.

Espero que tengáis una bonita feria y que los libros os abran sus puertas… sus brazos.



martes, 18 de mayo de 2010

PARA JAVIER ORTIZ: ELEGÍA – PENDIENTE… DE CEREZAS

Mi querido amigo Javier Ortiz:

El viernes 30 de abril se celebró en San Sebastián un homenaje en tu honor; homenaje que casi coincidía con el aniversario de tu muerte.

De izquierda a derecha, tu querida hija Ane, tu amada Charo, María Jesús Aramburu, Rafaela Romero y Mariano Ferrer. Foto: Carmen Montalbán
El 28 de abril del año pasado te marchaste a empezar otra partida. Me quejé ─¿no te acuerdas?─ de que no hubieses dejado escrita tu elegía como dejaste escrito tu obituario. Pues bien, un año después, me pasa lo mismo. Desde el día de tu homenaje, ando con la locura en la cabeza: si escribo o si no escribo; si recuerdo o no recuerdo. Ya no sé si me explico. Tú me conoces: nunca tengo tiempo para andar con prisas y mis plumas de níquel vuelan muy despacio. Cuando quise darme cuenta, los días se habían ido sin que tú vinieras a azuzar mi agenda, como hacías las vísperas de los cumpleaños. Eso no volverá a ser. Además, estaba esa otra memoria, que apuñala. Tú eres, todavía, una herida abierta; y, yo, a veces, me callo. No quiero repetir lo que está dicho. Sólo que mi silencio, esta vez, era pura elegía y me tenía vencida, sin vencerme. Más fácil habría sido permitir que mi voz saliera al aire libre, pero ese cuerpo tuyo iba por ahí, sin sombra todavía, y te juro que yo no sabía qué hacer. ¿Tenía derecho a asaltar tu insustancial Jamaica con un ímpetu mío en carne y hueso? ¿Hasta dónde me agradecerías el empleo de la nostalgia? ¿Iba a dejarte a gusto recibir una carta, como ésta, sin despedida?, ¿o sería, para ti, como un zarpazo?

¡Cuánta presión, la hostia!


Los amigos de la mesa. De izquierda a derecha, mi admirado escritor Rafael Chirbes, la magistrado Garbiñe Biurrun, la actriz y activista Arantxa Gurmendi, el coordinador de tu Web, Mikel Iturria, el blogger y periodista Ignacio escolar, y el periodista Mariano Ferrer. Foto: Carmen Montalbán
Como ves, aquí estoy. Todo sea por la causa… de contar. Piedra que rueda no crea musgo, como decías tú mismo. Palabra muerta, palabra perdida. ¿Hay que hablar?, pues a ello. ¡El olvido o la vida! Así es. Así fue. Y, si esto es un asalto, lo es a mano amada. Lentamente, me pongo a recordar, pero es para sentirte de este lado; para que tú regreses cuando quieras por el quicio-resquicio de esta canción de amiga. Ahora que estoy poética en mi blog, aprovecho y construyo, en canto y alma, una crónica-elegía que es medio-medio mía, pues manoseo palabras-testimonios de Ángel González, Blas de Otero, Bernardo Atxaga, Jabier Muguruza y Jesús Cutillas, que tanto te gustaban. Te gustan. Te gustaron.
La sala del centro Koldo Mitxelena estaba repleta. El bulto negro de la derecha corresponde al final de una hilera de gente de pie que recorre, a este lado, la sala entera

La mesa redonda organizada detrás de tu figura se celebró en el Centro Koldo Mitxelena y fue conducida por Mariano Ferrer. La sala estaba repleta Yo andaba por el patio de butacas, incordiando con mi cámara a los sentados y a los de a pie; ya sabes lo pesada que me pongo con la idea de volver de mis viajes cargada de historias mejor o peor fotografiadas. Mientras yo iba mirando lo que había, los amigos sentados a la mesa te colgaron coronas y medallas sinceras, merecidas.

Hablaron de los cuarenta años o más que trabajaste en el periodismo, con una voz que era capaz de hacer callar a cualquiera. Hablaron de tu insomne pensamiento; de tus posturas mantenidas; de tus palabras, siempre brillantes; de tus escritos comprometidos; de la honda realidad que descubrías; y de las anchas sílabas de tus verdades. Hablaron de tu juventud; de tus utopías; de tu vida, esa vida que la vida le quitó; de los filetes que cazabas con anzuelo y de otros muchos resabios.


Charo y Ane escuchando a Angel Unzu (guitarra) y Jabier Muguruza (voz y acordeón) Foto: Carmen Montalbán
Todos habían empezado tristones, imagina. Venían como sin pulso y sin aliento, porque ya, sobre ti, nada es ahora. Hasta que miraron el retrato tuyo que había detrás de ellos y delante del público ─nosotros─; esa fotografía en la que sonríes (de lejos) con no sé qué luz (de dentro). Relucías, risueño, como si tuvieras un mirlo burlón debajo de la piel. Al final, hablando de tu sentido del humor, también salieron a la luz tus chistes malos. Hubo unas carcajadas, ¡cómo no! O una sola, crecida. De repente, nos sentimos tan felices con tus gracias, que no parecía grave ni que te hubieras muerto.


La alegría de la huerta, como diría Muguruza. Entre él y tú, Rafael Chirbes, Garbiñe Biurrun, Arantxa Gurmendi y Mikel Iturria. Foto: Carmen Montalbán
Acompañado por la guitarra de Angel Unzu ─y por su propio acordeón─, Jabier Muguruza interpretó dos breves canciones para tu biografía: “Bizitza, Bizitza da” ─“La vida es la vida”─ y “Maite Zaitut, ez” ─“Te quiero, no”─ (no lo traduzco para ti, sino para mí misma y para los amigos de este blog que no sepan euskera). No entendí la letra (salvo antes, recitada, en la traducción), pero me gustó verme hundida en el mar de esa música de acordes serenos. Y a los demás también. Hubo muchos aplausos.
“Mar de música”. Foto: Carmen Montalbán

Luego, cuando Jesús Cutillas nos envió tu voz envuelta en un pañuelo y volvimos a oír en el aire tus implacables labios silenciosos, se nos volvió a ensanchar el desamparo y volvimos a estremecernos.

También te vimos, te sentimos y te bebimos esa noche, en la cafetería donde cenamos.



“Cena en Caravanserai”. Foto: Carmen Montalbán
Al día siguiente, sábado 1 de mayo, más de cincuenta de tus amigos de ahora y de siempre (a los que lanzo un beso desde aquí) subimos al monte Larrun en el tren cremallera. Lo llenamos. Tú habías subido en la época franquista, sólo que ibas a pie, para pasar a Francia. ¡Qué precioso ascenso sobre aquellos valles que exhalaban niebla!


“Tren a Larrun”. Foto: Carmen Montalbán
Cumpliendo tus disposiciones, parte de tus cenizas quedaron ahí aquel increíble día, en la frontera de un espacio sin fronteras; volando sobre el cielo del revés de esos abismos infinitos. La primavera avanzaba, pero el relente daba escalofríos. Eduardo Poncela restregó contra el aire las palabras de “El tiempo de las cerezas”. Te hiciste una foto al lado de la tumba del autor, Jean-Baptiste Clément, ¿te acuerdas? Ya entonces, pensabas que él tenía razón: el tiempo de las cerezas que todos guardamos en el corazón es muy, pero que muy corto. Oírselo recitar a Eduardo nos dejó el color cereza en el borde de los labios y el silencio, como un pendiente, en las orejas. Hubo, también, un txistu que tocaba en lo alto de la montaña, inconsolablemente, a empujones de aquella brisa fugitiva. En ese duro instante, a algunos nos quedó señal de haber llorado, pero el charco del suelo no era un charco de lágrimas; es que Ane, tu hija, te echó vino, barranco abajo, para que también tú brindases con nosotros. Gildas, perdónanos, sólo te dejamos una. Ane la lanzó al vacío en aquel silencio breve que rompería, en seguida, un mirlo burlón. La vida, ya lo sabes, es la vida.


“Polvo y niebla”. Foto: Carmen Montalbán Quisiera darte un beso, un beso que se llora; pero ya te lo dije: hoy, yo, no me despido.

lunes, 17 de mayo de 2010

“Que tenemos que hablar de muchas cosas”. Antología poética. VVAA


¿A quién no maravilla la poesía? “Que tenemos que hablar de muchas cosas” cayó en mis manos hace unas semanas, poco después de haber publicado en este blog “Andy Sotiriou, la poesía de un fotógrafo”.

Que tenemos que hablar de muchas cosas” es, precisamente, eso: una antología poética ilustrada con fotografías de
Andy Sotiriou y de Fréderick Volkringer que hojeé enseguida, con mucho interés.

POESÍA, MATERIAL MEMORIA

Siempre disfruté, conservé y retuve entre los libros de mi biblioteca el prodigioso regalo de los clásicos. ¿Cómo no admirarme? ¿Cómo vivir sin ellos? Cuando era adolescente y andaba con la vida en el alba del alhelí, la poesía tenía más parte en mi alma que la prosa. Era mi monomanía. Sin poder apartarme de ella, ponía atento el oído y les pedía a los poetas que me relataran cosas. Pobre, incurable, sonámbula, cuando no iba tirando sus perlas por las esquinas de mis apuntes, la voz se me escapaba cantando sus canciones. Mi sombra y yo, un libro de poemas abierto. Creo que exclaman de mí: “Ahí va, soñando, esa loca”.

Desde entonces hasta ahora, nunca desagradecí el bien que me causaron las obras en verso. Por eso mismo, abrí ésta, de la que hablo, como si fuera mi propia antología personal. Tras un punto y aparte, cual si de pronto se entreabriera el día, encontré palabras para mí entre los poemas y antipoemas que habían seleccionado, en este caso, un grupo de profesoras y profesores de Enseñanza Secundaria (Josefa Alba, José Calero, Pascual García, María Soledad Gómez, Consuelo González, David López, Carmen Nicolás, Isabel Pérez y Aurora Saura); todos ellos, de algún modo ─pedagógico o creador─, con itinerario poético.

He tenido el libro sobre mi mesilla durante noches y noches y he picoteado de él entre una lectura y otra. Abarca* tantos autores, tantas obras, tantos temas y tantas épocas, que me ha servido para rememorar el tiempo devorado y avivar de un soplido mi material memoria.

Ligados como cuerpos en soledad ─cantando─, autores de hace más de quinientos años conviven en este libro ─y en otras antologías─ con los autores de hoy y, juntos, sean de la quinta que sean, lo llenan de eternidades; es decir, de todas esas cosas de todos y de nadie. Su rayo no cesa, porque sus voces ─perros que no me dejan ni se callan─ resuenan como campanas nuevas en esta habitación del siglo XXI, aunque cuenten historias en brazos de los siglos.

¿Que cuáles son esas cosas de que tenemos que hablar?

1) la POESÍA, para empezar (para que nos entendamos);
2) la NATURALEZA, porque la poesía es pinar en el pino, aire en el aire;
3) la INFANCIA, que se cuidará, aquí, pluma por pluma;
4) lo COTIDIANO (eso que dura más que nuestro olvido);

5) el HUMOR, para que todos andemos calientes, por entre borbotones de alegría;
6) el AMOR de quien nace bajo el signo de Venus;
7) el DESAMOR; es decir, ese amor desesperado que se va, se va, se va, pero se queda;
8) la 
SOLEDAD de una poesía que, como os digo, asiste al insomne con sus soledades;
9) toda esa LIBERTAD que el poeta toma bajo palabra;
10) la SOLIDARIDAD del poeta que se mancha, que toma partido;
11) la GUERRA, las tristes guerras;
12) la VIDA, cualquier instante de la vida humana, que la poesía reescribe con carne y lágrimas;
13) la MUERTE y el TIEMPO de un arte que habla del día de hoy… y del de ayer, una vez más; un arte que es materia de testamento; que domina el ars moriendi, e igual sirve de epitafio que es cancionero de ausencias.

Midiendo la inmensidad de tanta capacidad en este índice tan amplio, me dio por pensar que pensar debía en que yo también puedo escribir los versos que he leído para, hila que te hila (en defensa del reino de la poesía), relatar los asuntos que lleva sobre el alma cualquier poeta. Si juzgase sabiamente, tendría que hablar en verso; pero voy a aproximarme, nada más, a la corriente. Si la cruzo, iré por puentes muy pequeños. No hay cosa en los cuartetos que me espante; aún así, nunca supe pensar en renglones contados y a mí nadie me manda hacer sonetos. Tan inexperta soy en el juego de hacer versos, que ni siquiera plagio. Son los poetas solos quienes los escribieron; yo (llevada, conducida, mezclada, rumorosamente arrastrada) únicamente leo, con este don absurdo de ebriedad para leer salteado. Tengo dispuesto el cuarto y el papel; el libro en mi mesilla; el corazón en los labios; el pudor escondido; y, también sin dudar, la voz, el cuerpo claro, los ojos infinitos…

Vayan, pues, preparando su mejor instinto para que yo les ponga (lo intente, por lo menos) ante un retrato de este mundo y del otro tal como los han visto los poetas. Una mañana, en domingo, que no van a la escuela, si no tienen balón, suban a leer conmigo y díganme: ¿de qué poema sale, tajada tras tajada, cada uno de los versos en que fluyo y me pierdo? ¿Quién los reconocería? Aquí no más les dejo los deberes. Ya ven, qué divertidos. Con tal que nos dure el juego, yo trataré otro día lo que vaya quedando todavía.

Ahora, vuelvo al trabajo, o alguien podría decir que cuándo diablos hago los sombreros.


"Charlando en primavera". Foto: Carmen Montalbán
*Edad Media (Jorge Manrique, Arcipreste de Hita, Marqués de Santillana y anónimos varios); Renacimiento ( Baltasar del Alcázar, Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, Gil Vicente); Barroco (Calderón de la Barca, Luis de Góngora, Sor Juana Inés de la Cruz, Quevedo, Lope de Vega); Neoclasicismo (Moratín, Samaniego); Romanticismo (Bécquer, Rosalía de Castro, Espronceda, José Hernández, José Martí, Vicente Medina); principios del siglo XX (Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Manuel Machado, Salvador Rueda, Unamuno); Generación del 27 (Alberti, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Altolaguirre, Cernuda, Gerardo Diego, García Lorca, Jorge Guillén, Miguel Hernández, Pedro Salinas); segunda migad del siglo XX (José Bergamín, María Cegarra, Gabriel Celaya, Carmen Conde, Miguel D’Ors, León Felipe, Ángela Figuera, Gloria Fuertes, García Calvo, García Montero, García Nieto, Gil de Biedma, Gómez de la Serna, Ángel González, José Agustín Goytisolo, José Hierro, José Antonio Labordeta, Juan Larrea, Rafael Morales, Blas de Otero, Leopoldo Panero, Pedro Provencio, Fernando Quiñones, Claudio Rodríguez, Luis Rosales, Sánchez Bautista, Sánchez Rosillo, Aurora Saura, Josefina Soria, José Ángel Valente, José Mª Valverde); literatura hispanoamericana del siglo XX (Miguel Barnet, Mario Benedetti, Borges, Díaz Martínez, Oliverio Girondo, Nicolás Guillén, Vicente Huidobro, Juan de Ibarbourou, Dulce Mª Loynaz, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Nicanor Parra, Octavio Paz, Cristina Peri Rossi, Gonzalo Rojas, Alfonsina Storni, José Juan Tablada y César Vallejo).

lunes, 3 de mayo de 2010

“Estás en la luna”, premio “Libro Entrañable” en “Los Mejores 2010” del Banco del Libro

En la trigésima edición de sus premios “Los mejores libros para niños y jóvenes”, el Banco del Libro ha otorgado una MENCIÓN como “libro entrañable” juvenil a mi libro “Estás en la luna”, ilustrado por Pilar Millán y editado por Kalandraka en su colección “7 leguas”.

El Banco del Libro ─con sede en Caracas─ es una organización sin ánimo de lucro que se fundó hace cincuenta años para promocionar la literatura infantil y juvenil en Venezuela. Se llama “Banco del Libro” porque se creó como centro de intercambio de libros de texto; pero, desde entonces ─1960─, tanto la organización como sus objetivos, actividades y prestigio se han expandido de tal modo que, hoy en día, el Banco del Libro fomenta la lectura entre los niños y jóvenes de habla hispana de todo el mundo.

Entre sus actividades, una de las más prestigiosas es la selección anual de los “Mejores libros para niños y jóvenes”. Este galardón nació hace treinta años como un estímulo para las editoriales comprometidas con la literatura infantil y juvenil, y se convirtió, poco a poco, también, en un reconocimiento al trabajo de escritores e ilustradores de esta literatura.


Los miembros del Comité Interdisciplinario de Evaluación del Banco del Libro (compuesto por distintos grupos de críticos, educadores, ilustradores, animadores a la lectura, promotores y aficionados a la literatura infantil y juvenil) analizan la producción del heterogéneo mercado de los libros para niños y jóvenes. Semanalmente, reciben, discuten y evalúan centenares de publicaciones y, tras seleccionar los libros más reveladores (este año, 141), los pasan a manos de tres jurados calificados que escogen los mejores títulos en las categorías de “Originales” (escritos y publicados en español); “Traducciones” (escritos en otras lenguas, traducidos y publicados en español); y “Menciones especiales”.


En 2010, esos jurados (que presentaron sus respectivas listas el pasado viernes, 30 de abril) han sido los siguientes: Adriana Rodríguez, José Urriola; Katyna Henríquez, Luis Chavarri y Maité Dautant para libros infantiles. Águeda Mandarino, Freddy Gonçalves, Fulvio Quintana, Miguel Maturén y Sashenka García para libros juveniles. Y Beatriz Rivas, Betzaida Castillo, María Margarita Hernández, Mariana Avilán, Maryuri Goicochea, Mildrene Guillén, Natacha Moreno, Rosa Villasmil y Yelitza Briceño para los imprescindibles de la biblioteca.
Los ganadores de “Los mejores libros para niños y jóvenes 2010” son:

LIBROS PARA NIÑOS. ORIGINALES: “Camino a casa”, de Jairo Buitrago ilustrado por Rafael Yockteng. México: Fondo de Cultura Económica, 2008; “Cuentos prohibidos por la abuela”, de Mireya Tabuas, ilustrado por Walther Sorg. Venezuela. Alfaguara, 2009; “Cupido es un murciélago”, de María Fernanda Heredia. Ilustrado por María Claudia Linares. Bogotá. Norma, 2007; “Discurso del oso”, de Julio Cortázar, ilustrado por Emilio Urberuaga. México D.F. Tecolote. Libros del Zorro Rojo, 2008; “El viaje del bisabuelo”, de Marta Farias. Ilustrado por Aitana Carrasco. Sevilla. Kalandraka, 2008. TRADUCCIONES: “Los amantes mariposa”. Adaptación Benjamín Lacombe. Zaragoza. Edelvives, 2009; “El increíble viaje de Ulises de Homero”. Adaptación Bimba Landmann. México D.F. El naranjo, 2008; “El misterioso caso del oso”, de Oliver Jeffers. Ilustrado por Oliver Jeffers. México: FCE, 2008; “Qué le pasa a este niño”, de Angels Ponce. Ilustrado por Miguel Gallardo. Barcelona. Serres, 2005; “Yo seré los ojos de la tierra”, de Alain Serres. Ilustrado por Zaü. Zaragoza. Edelvives, 2008. MENCIONES: (libro entrañable) “El ladrón de gallinas”, de Béatrice Rodríguez. Ilustrado por Béatrice Rodríguez. México D. F. CELTA. Amaquemecan, 2007; (propuesta editorial) “El baño no fue siempre así”, de Federico Kukso. Ilustrado por Javier Basile. Buenos Aires: Iamiqué, 2007; “La escuela no siempre fue así”, de Pablo Pineau. Ilustrado por Javier Basile. Buenos Aires. Iamiqué, 2008; “Lugares fantásticos de Colombia”, de Irene Vasco. Ilustrado por Olga Cuellar, María Osorio, Antonia Bustamante. Bogotá: Ediciones B, 2007; (rescate editorial) “Lágrimas de cocodrilo”, de André François. Ilustrado por André François. Vigo. Faktoría K de Libros, 2007.

LIBROS PARA JÓVENES. ORIGINALES: “El buscador de finales”, de Pablo De Santis. México D.F. Santillana, 2009; “Duke”, de Manuel Quinto. Barcelona. Edebé, 2008; “Flanagan Flashback”, de Andreu Martín. Madrid. Anaya, 2009; “Papel mojado”, de Juan José Millás. Ilustrado por Enrique Flores. Madrid. Anaya, 2008; “Stefano”, de María Teresa Andruetto. Bogotá. Babel Libros, 2008. TRADUCCIONES: “En el laberinto del viento”, de Marina Colasanti. Ilustrado por Carmen Segovia. Madrid. Anaya, 2008; “El lamento de la garza”, de Lian Hearn. Madrid. Santillana, 2009. “El misterio del tesoro de Austerlitz”, de Oldrich Ruzicka. Ilustrado por Jan Klimes. Zaragoza. Edelvives, 2008; “La libreta del dibujante”, de Mohieddin Ellabbad. Ilustrado por Mohieddin Ellabbad. Salamanca. Lóguez, 2008; “Sangre de tinta”, de Cornelia Funke. Ilustrado por Cornelia Funke. México D.F. Fondo de Cultura Económica, 2009. MENCIONES: (acierto editorial) “La transformación”, de Mary Shelley. Ilustrado por Gabriela Rubio. Barcelona-Madrid. Libros del Zorro Rojo, 2007; (investigación) “Adivinancero antológico español”, ilustrado por Pablo Auladell. Compilación, José Luis Gárfer, Concha Fernández. Madrid. Anaya, 2008; (información) “Este cuerpo es humano”, de Grassa Toro. Ilustrado por José Luis Cano. Barcelona. Thule, 2009; (Mención Libro entrañable)”Estás en la luna”, de Carmen Montalbán. Ilustrado por Pilar Millán. Sevilla. Kalandraka, 2008.

LOS TRES IMPRESCINDIBLES DE LA BIBLIOTECA: “El arte para comprender el mundo”, de Véronique Antoine-Andersen. Ilustrado por Henri FellnerMéxico D. F. Serres, 2005; “La historia del Rainbow Warrior”, de Rocío Martínez. Ilustrado por Rocío Martínez. Sevilla: Kalandraka, 2008; “Wangari y los árboles de la paz”, de Jeanette Winter. Ilustrado por Jeanette Winter. Barcelona: Ekaré, 2009.

MENCIONES ESPECIALES: “Qué le pasa a este niño”, de Ángels Ponce. Ilustrado por Miguel Gallardo. Barcelona. Serres, 2005; “Cupido es un murciélago”, de María Fernanda Heredia. Ilustrado por María Claudia Linares. Bogotá: Norma, 2007.

Todos estos libros estarán expuestos desde el 30 de abril hasta el 30 de junio en el Banco del Libro, Avenida Luis Roche, Altamira Sur, Caracas (Venezuela). La Librería del Banco del Libro tendrá a la venta la mayor variedad posible de estas publicaciones.

Asimismo, en torno a “Los Mejores” se ha programado una muestra titulada “La hora de la microficción”, con una selección de microrrelatos, microcómics y micrometrajes para compartir con el público, y una Mesa de diálogo (7 de mayo a las 5 PM) con cuatro voces y cuatro enfoques distintos: Violeta Rojo (Universidad Simón Bolívar); Ricardo Ramírez Requena (Universidad Central de Venezuela); Fedosy Santaella (Universidad Católica Andrés Bello) y José Urriola (Banco del Libro / UCAB).

El Comité de Evaluación de Libros lamenta la desproporción entre los libros evaluados y su ausencia en las librerías. “Sin embargo ─dice─, la lectura se transforma siempre en una forma de vida, sigilosa, audaz que ─junto a la devoción del lector─ siempre se las ingenia para irrumpir y resurgir”. Desde aquí, les agradezco muchísimo el premio a “Estás en la luna”; aplaudo el hondísimo respeto que tanto el Comité de Evaluación como los miembros del jurado manifiestan por quienes “se adueñan del arte de leer a pesar de las dificultades”, y animo y saludo yo también a esos lectores valientes para que sigan entrando hasta el fondo de los libros como aventureros de la literatura.

Baraka y su abuela leyendo en “Estás en la luna